lunes, 16 de diciembre de 2013

Al menos, ya no corro



Al menos, ya no corro.

Entre tanto silencio ordené las fotos caídas en el pasillo,
encendí con un fósforo quemado el ultimo cigarrillo
fui hasta la ventana a ver como nada pasaba

Tanta madrugada y ninguna charla,
tanta oscuridad y toda para mí
¡Justo hoy!  Con estas ganas de compartir.

La llamé por su nombre, por su apodo
incluso, por aquel grito de amor.
Hasta el eco tuvo como respuesta el silencio.

Desde tu presencia, devenida en ausencia
se me anestesiaron los sentidos
como si se hubiesen ido contigo.



Cuando el dolor aprieta, ahoga.
Parece no dejarle lugar a nada mas
¡Y vos doliste tanto!

Así comenzamos a perdernos todo,
a olvidarnos que tenemos que sentir
a escapar de todo lo que dimos

Por eso, aunque veces todavía le silbo Silvana
tu nombre al viento del norte,
sonrío, porque al menos, ya no corro.

DaD.- 16-Dic 013