Desde un pedestal de dolor, ahogado en sombras, sofocado en penumbras he decidido saltar

¿Cuánto tiempo pasó desde la última vez?

Pasan las horas como un triste cuenta gotas; en la calle la gente aturde con sus pasos que aumentan el volumen, mientras la tarde trae la noche. No lo has visto, no lo has sentido cerca en todo el día. La cabeza siente la presión y el tic tac del reloj es un puñal que se clava en ella. Noches de sueños, de vueltas en la cama y de mañanas que esperan el sonar del timbre que corte con tanto dolor. El viento se lleva los suspiros que estallan como gritos de tu interior cuando en el frío de la helada matinal solo queda despertar.
Entras en lo cotidiano, la rutina avasalladora del trabajo, estas presente en cuerpo pero tu mente encontró un atajo; su imagen. Vivir, dormir, soñar, despertar; todo es ella y nada más, incluso morir. Nada existió antes, nada existe después.

DaD. - 23 de septiembre de 2009.

[Necesito lluvia...]

Necesito lluvia,
mojar los pies en charcos frescos
y que la dulce brisa del verano
me abrace de a ratos.

Quiero despertar mientras sueño
con un cielo cargado
de agua, de aromas,
de un sol escondido detrás.

Necesito el brillo de plantas húmedas,
ver las paredes llorar.
Meterme de vez en cuando bajo un techo
para sentir lo que es escapar.

Quiero ver un rayo
partir el cielo en dos o tres pedazos,
subir a la silla del jardín
y ver la tormenta venir.

DaD – 30 de noviembre de 2006

...y de pronto cuando la noche se vuelve más oscura y el desierto más árido, encontrar el agua y la luz en el recuerdo de tus ojos...