Blanco y negro parece el cielo
por el que morir merece el intento,
donde descender no te lleva al infierno
si bien el calor, es ardor de los cuerpos
encendidos en pasión. Cual plegaria
se elevan los gemidos, se ensucian
las sábanas, el mundo se vuelve colorido.
La negación de lo establecido
armonía del alma, el cuerpo y el espíritu.
Equilibrio, la felicidad desbordando el río.
Tu sonrisa endiablada quebrando el frío
y luego el viento convertido en torbellino.
DaD. – 06 de mayo de 2009
3 comentarios:
que final!!!..siempre transcribo la idea que mas me gustó...pero hoy me lo llevo completo..beso!!
GRACIAS... una vez más
Hermoso el poema, te falto la foto, pero me parce q te iban a censurar jaja. besos mamba!!
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