viernes, 25 de junio de 2010

Lo que pasó después

Caminando por Florida una vez más,
hoy todo parece igual.

Del subte no me quiero olvidar,
cuando en trompeta, flauta y bongó,
más una guitarra y ninguna voz
se oyeron los acordes de Karma Chameleon

para darle alegría a un vagón que parecía
una caja de recuerdos vacía.
Una soledad sin salida
Ecos de todo, hasta de lo que no había.

Mientras por la calle Florida
nada deslumbra ni distrae.

Esquivo la Plaza
por el recorrido más largo,
las ganas de volver
cada vez están mas abajo.

Un cartonero me recuerda
que hace un rato
cruzando Córdoba
casi me pisa un carro.

Perdura el silencio
aun en el tren,
que apaga y enciende sus luces
dos veces, tres.

Se sube un Travolta joven
que no sabe de estaciones
y a mi lado una vieja bruja
nos maldecirá la noche.

Un loco cargado de olor
como la semana pasada,
en un tren anterior
aleja a la gente de su alrededor

Vuelvo a Tigre como siempre
sin alguna anécdota más
pero dejando alguna rima fatal.

DaD. 25 de junio de 2010

1 comentario:

Geraldine, dijo...

buenas....como siempre me gustó la poesía....
que lindo está el tigre....estuve hace un mes paseando y te da ganas de quedarte!......besito!