Encuentro

Encontrarnos en la noche pierdendonos en el horizonte,
jugando a ser atrevidos usando frases en doble sentido.
Después reecontrarnos en la media luz de una habitación de hotel,
donde toda esa hombría en la que me vestía enmudeció,
cuando te miró a los ojos tembló, al ver tus labios los mordió.
La sensualidad fue sexualidad al sacarnos la ropa
y el cariño pasión derramandose sobre tu boca.

[Se rompió el encanto...]

Se rompió el encanto
que traía tu palabra precisa
la mueca alegre de tu sonrisa
y la voz dulce de tu canto.

Ya no importa si quiebras en llanto
si a tu pelo no lo mueve la brisa
o si otro te llama petisa
las palabras, ahora, no sirven tanto.

Te ocultaste rápido como el sol invernal
guardando y olvidando lo que había
en silencio estas felizmente guarecida.

De dolor el alma no se alimenta
y he emprendido mi partida
sin rumbo y sin peosía.

DaD.- entre Enero y febrero 2012