En las noches amargas donde el silencio asecha
la mente aturde con los recuerdos en tormenta.
Como luna en medio de la noche
aparecen ojos que ya no están;
caen sobre el vidrio los labios pasajeros
portadores de fríos o pasionales besos.
Cuan niebla espesa que roza el cuerpo
Pasan manos que acariciaron el sexo.
Gimen los grillos, o eso parece,
en el rocío resbalan y luego perecen.
En el silencio de la noche, la mente aturde
y el alma temblorosa sucumbe.
15 de abril de 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario