martes, 9 de enero de 2018

una estación muerta

No quedan ni los locales de antigüedades, no hay mas muebles en alquiler. Un desierto hecho de vidrieras con polvo pegado. Sobra mugre, se desborda como un río entre escaleras mecánicas que no funcionan. El viento arremolina bolsas de nailon que se reúnen en grupos sobre los escalones largos. Retumba el silencio en el aire muerto del pasillo que cruza la avenida. El eco de pisadas trae la imagen del pasado, pero sin sombras. El olor a mierda en el andén te hace mirar la suela, pero es de los gatos que impiden a los pájaros cantar más de cerca. Alguno se posa sobre el cableado lleno de telarañas como provocando el apetito de los felinos. Mofándose del hambre y del abandono. El traqueteo lejano del tren es precedido por la bocina del paso a nivel y da algo de esperanza a la pesadumbre que se cierne gris, sobre las vías sucias.

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