Se fue y el sol ya no brilla
en la habitación solo las sillas
quedan de pie. Si las astillas
del pecho me guían
hacia la cama vacía
donde nació ésta herida
y el eco crece día a día.
Deje el alma, perdí la vida
intentando todo lo que podía.
Pero no hay caso, cuando hay sequía
no crece el pasto verde
y el entorno se vuelve indiferente.
Allá quedó la última fantasía,
entre las calles, los trenes y la costa
de un Tigre distintito al de ahora
o al menos eso le parece a mi retina
DaD. – 27 de diciembre de 2009
1 comentario:
todo parece cambiar después de que el otro se va....
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