Subía en espiral con los pasos perdidos y la mirada fija en cada laja, pero algo encandiló el rabillo de mi ojo. Como si una mano se hubiese posado en mi hombro, como el chistar de una lechuza distrayendo mi atención en el silencio nocturno.
Alcé la vista y me pregunte cómo dibuja está luna la delicada silueta de cara…
foto: Diego De Gregori 2016 |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario