jueves, 3 de julio de 2008

Tormenta

El río suena intranquilo,
se avecina una tormenta.
Lejos; donde el aire y el agua
son la misma tela,
destellos de luces celestes
vienen empujando a los truenos.
Huelo la tierra húmeda
que trae el viento fresco.
Las hojas muertas
ruedan por las calles vacías,
las ventanas abiertas
piden a los golpes ser cerradas,
al tiempo que la primera lagrima de la noche
cae sobre mi hombro.
Ahora si es inevitable el retorno a mi hogar
sin estrellas, sin luna y en soledad.

D.A.D. 21/10/04 – 20:26hs.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

es divino. cómo nadie hizo un comentario??????? como hoy no tengo muchas luces ( bah nunca) solo repito que es divino y triste ( ay DaD estás triste????, no estés triste :( jaja es un chiste jamás volveré a preguntar eso cuando lea un poema tuyo).

Contra el mal, la hormiga atómica ha venido a remediar esta injusticia :)

besos

Anita dijo...

Que el sol camine tus huellas, y un arcoiris de luz brille donde nazcan nuevas hojas.

Cariñous!

none dijo...

Muy lindo Diegoo... Expresa demasiado bien la sensación de soledad, de vacío...

Un abrazo
Francisco