sábado, 23 de agosto de 2008

Como la miel

Mirando sin mirar
veo a tus ojos negros entrar.
Frente a mí en la oscuridad
el sol de tus ojos comienza a brillar.

Ven hasta mí, acaríciame,
siente el calor de mi piel en tu piel
y ámame, y ámame
que lo nuestro es puro y dulce como la miel.

Nunca te mire a los ojos por temor a enloquecer
creo que desde aquí todo esta bien
que mis penas comienzan a desaparecer.

Mirando tu cara
encuentro las palabras justas y necesarias
la imaginación vuela y no tiene goteras
mis sueños navegan y te esperan

Ven hasta mí, acaríciame,
siente el calor de mi piel en tu piel
y ámame, y ámame
que lo nuestro es puro y dulce como la miel.

Nunca te mire a los ojos por temor a enloquecer
creo que desde aquí todo esta bien
que mis penas comienzan a desaparecer.

D.A.D. - 19/06/03

1 comentario:

Anónimo dijo...

"nunca te miré a los ojos por temor a enloquecer"

Es muy lindo....como siempre... Hermoso poema, hermosa invitación ( a leer,a seguir leyéndote).
Aunque creo que ahora escribís mejor que antes, ya en junio de 2003 lo hacias muy bien.

besos

vero =)