miércoles, 4 de julio de 2007

Anochecer

Las huellas, las marca, el sórdido andar de mi sombra. No tengo presencia dentro de los ojos de mi amada. En movimiento constante las palabras van perdiendo su fuerza y su ritmo. Solo quedan secuelas de su ilusión, de su esperanza.
El sol poco a poco se funde en naranja, el aire va tornándose más frío, la sombra se estira y anuncia los pocos minutos de existencia que le quedan.
Aparece ella envuelta en su brillante belleza, antes creadora de esta sombra que se desvanece. Se arrima a la ventana, mira los árboles verdes y los últimos zorzales que baten sus alas ¡galantes! Los postigos están abiertos, el perfume del pasto atraviesa la habitación, pronto le caerá el rocío de mis ojos; se sienta sobre el marco de la ventana, mira a la sombra extendida en el suelo de la habitación, radiografía de dolor, analogía de lo extinto; exhala el humo de la pitada que consumió al cigarrillo y antes de que el sol se muera bajó la persiana muy lentamente.

DaD.02 de julio de 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pase, sabelo...... sil

Anónimo dijo...

...y cada vez que voy a publicar un comentario, me aparece un pop up de mercado libree grrrr jajaja
*Lau*