“La luna, rosa de plata,
baña el patio con su luz...”
(Rocío - Rafael de León)
baña el patio con su luz...”
(Rocío - Rafael de León)
Me encuentro con la luna en la terraza. Luna llena. Luna a la que alguien le robo el polo norte y hoy, como nunca, parece un verdadero ojo. ¿La miro yo o ella a mi? Debe ser ella. Es ella que me ve reclinado sobre la baranda, que me persigue celosa mientras contemplo por un instante las estrellas –¡Cuantas pueden verse hoy! – me sigue al bajar por las escaleras platinadas, escuchando mis pasos frente al eco del silencio; sé que me esta analizando, me investiga con cuidado, piensa en si soy frío o templando – yo también he pensado que tiene su piel fría, pero la he visto tantas veces de cara al sol que aun conservo la duda – ahora me escondo bajo techo para evitar que me encuentre, al menos hasta mañana – me siento luna –.
Recuesto mi cuerpo en la cama, miro al techo imaginando el cielo que acabo de ver, vuelven recuerdos de lunas anteriores; la redondez de un perfecto rojo que destiñó hasta palidecer, el velero del Diablo navegando el Río de la plata, parecido a la cuna endemoniada armada en Mar del plata, donde rebotó y descansó con la bravura de las olas y la calma. Recuerdos de lunas que fueron ruta, fueron agua, hoy son cielo y antes esmeralda.
DaD. - 16 de febrero 2006