domingo, 1 de junio de 2008

Cotidiano

* para A.C.

Ríos de agua roja corriendo por tus manos,
por tu boca. Siente el frió del mundo,
en el atropello diario del suburbio
no hay ojos que se detengan a ver nada.

Supersónico el tiempo. Atolondrado.
Nadie te ve caer, nadie te va a sostener.
Apenas si respiro ¿que era el aire?
el smog es ahora lo inagotable

y tu cuerpo desnudo cubriéndose
de apoco, con lo que da color a la carne.
Es igual en todas partes
no trates de buscar responsables

...lo somos todos.

DaD. – 01 de junio de 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo 3 palabras:

AMO TU BLOG

Anónimo dijo...

el verso " no hay ojos que se detengan a ver nada" me recordó un poema...


Manejando a través del infierno

la gente está exhausta, infeliz y frustrada, la gente es
amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa,
la gente es iracunda y mediocre
y yo manejo entre ellos en la autopista y ellos
proyectan lo que les han dejado de sí mismos
en su manera de manejar.
algunos más odiosos, algunos más disimulados
que otros.
a algunos no les gusta que los pasen, e intentan
evitar que otros los hagan.
algunos intentan bloquear los cambios de carril.
algunos odian los autos más nuevos, más caros.
otros en esos autos odian los autos más viejos.
la autopista es un circo de emociones
chiquitas y baratas, es
la humanidad en movimiento, la mayoría
viniendo de un lugar que
odia
y yendo a otro lugar que odia todavía
más.
las autopistas nos enseñan en qué
nos hemos convertido y
muchos de los choques y muertes son la colisión
entre seres incompletos, entre vidas penosas
y dementes.
cuando manejo por las autopistas veo el alma de
mi ciudad y es fea, fea, fea: los vivos han
estrangulado
su corazón.

charles bukowski