jueves, 27 de septiembre de 2007

Carta de un limón a otro

Me caí o me tiraron, ya no recuerdo bien. Pero sé que al volver me contaron que te vieron pasar. Me lamenté, siempre pasa que cuando a uno lo quitan de la rama cierra los ojos y se pierde alrededor. Eso si, no estaba en una nube (me bajaron de ahí antes de volver a mi rama) caí en un colchón de hojas gastadas, aun conservaban su perfume a limón. Me dormí y desperté tapado por las hojas que no paraban de caer, tal vez por eso no me viste...
La oscuridad estaba clavando sus garfios en mi alma, igual a mí me quedan estrellas, cometas, alguna que otra galaxia y, por las dudas, algún pájaro.
El limón de la otra cuadra me pregunto en una noche fría, mientras mirábamos al cielo: ¿Qué estrella serías? le respondí que estrella no, cometa si. Y una gota ácida le recorrió la mejilla. Lo note conmovido, como a mi cuando alguien me dijo que valore cada gajo.
Consulté al medico, pero ya tenía los ojos muy rojos cuando me entere que el polen era falso... eso si, me saco la sal.

Hasta la próxima planta!!!

DaD – 28 de septiembre de 2006

martes, 25 de septiembre de 2007

Por algo será...

Cómo un sueño que uno no sé cree ni aun sabiendo que fue un sueño. Así definiría la mañana del domingo 23 de septiembre de 2007.
Era temprano, demasiado temprano. La almohada dejaba la huella de una hora dormida (una sola) El teléfono celular sonó dos veces según su registro y el despertador trato de cumplir su función a las nueve, pero parece ser que lo apague al sonar. Me despiertan nueve y cuarto, rápidamente me levanto y me cambio, ojeo el celular y respondo a un mensaje haciéndome el despierto. Espero. Me dicen que me vaya, que ya era la hora. Me voy.
Antes de llegar a la parada del colectivo, paro en el kiosco para comprar unos chicles, pero un turista (dominguero –en el lenguaje tigrense-) interrumpe el paso a la ventanilla para mostrarle su radio-grabador al kiosquero y que este le diga que pilas necesita. Imposible comprar, viene el 60 del bajo y me espera abordo el amuleto.
La fila para entrar es larga y falta algo más de una hora para que empiece el partido (pico dulce en mano y acompañado es más fácil soportar).
Una vez adentro, sin más pérdidas que un encendedor del amuleto tigrense, podían verse las tribunas muy completas. La zona norte ha madrugado.
No lo negaré, cuando salieron los equipos me emocioné, las ojos prontamente se humedecieron y el grito de “Tigre corazón” apenas si se asomó por mi garganta.
Papelitos, globos, gritos y saltos. River pisaba el césped de Victoria y los rugidos de cientos de matadores lo intimidaron.
Tan Rápido nos pusimos en ventaja, tan libre fue el salto de Román Martínez que con mi poco dormir acuestas casi que no me lo creía. De pronto Ereros la gana y desperdicia lo que sería su único mano a mano, luego Lázzaro no se la pasa a Ayala y Carrizo tiene su único acierto tapando el remate. Así murió el primer tiempo, con River llegando una sola vez y con Tigre desperdiciando dos chances claras. Incredulidad y asombro, y nervios a la espera de la reacción gallinasea.
El sol ya dominaba la escena, las cabezas descubiertas ardían y las caras blancas comenzaban a enrojecer. El segundo tiempo daba comienzo y la primera situación de riesgo fue de River. E Islas saltó. Saltó como un tigre en busca de su presa, tiró un manotazo, que fue una garra para arañar el balón que buscaba ángulo y enviarla al corner. Nada transcendente hasta que el reloj se asomo a los 15’. Galmarini y un lateral que se transformó en centro, nadie la toco; ni Ayala, ni Lázzaro –por parte de Tigre- ni Gerlo, ni Ponzio y mucho menos Carrizo –por parte de River- ahí aparece Giménez arrojándose sobre la pelota e impactándola con la mano. Gol. Gol del Matador de Victoria, las cosas están 2-0 y un minutos más tarde se aumentaría la cuenta, por que Ayala hizo una gran pared, se acomodo en el borde del área y soltó un latigazo preciso con pierna zurda que se transformó en gol. Las tribunas rugen, los saltos hacen que tiemble el cemento de las gradas. Descuento de River y poco importa, todo es fiesta. Y allá se escapa Suárez solo, a la velocidad de un felino en plena cacería, pero este Tigre caza en manada y por el medio aparece el paraguayo que recibe el balón libre de contaminación, es 4-1. Delirio. Delirio y creer aun más que todo es un sueño, que no me levante de la cama, que el despertador seguía sin sonar. La gripe aviar se apodera del rival y en su impotencia pierde dos jugadores por expulsión. Victoria es el nombre y el grito. Me asombro ante tanto festejo, incrédulo, miro hacia abajo y ahí esta el amuleto, al que abrace en cada gol y abrazados rodamos un poco de costado en la avalancha del tercer grito; al que eleve al cielo en el cuarto gol, como agradeciendo su presencia, el que en sus excursiones al Monumental de Victoria nunca lo vio perder. Creer o reventar. Amuleto vestido de mujer, amuleto que gritaba: “son todos putos los borrachos del tablón” –muy feo eso en una señorita-.
Y al salir, luego de media hora, la policía cortaba la avenida, hasta que llegamos nosotros y nos abrieron pasó. El tren llego a la estación y esperó a que lleguemos, saquemos boleto y ascendamos a la formación, para luego partir. ¡Más suerte! dirán algunos, pero para mi tenia que ver con el amuleto que me acompañó.

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1) todas las fotos se amplían0 pinchando (haciendo click) sobre ellas.

2) luego del tercer gol dije: mañana quiero la tapa del Ole, Tigre tapa del Ole... y aca está:

viernes, 21 de septiembre de 2007

Cuando florezcan las azaleas


Cuando florezcan las azaleas nacerá con ellas el perfume que te lleve al cielo. Veras en el campo el verde colosal y sentirás el aire que aliviane tus pulmones. Podrás volar, como esas pequeñas mariposas que van hacia las flores.
Brillaran tus ojos cuando te envuelvan, en su magia infinita, las caricias de los tibios rayos del sol. Un ciclo de vitalidad que refresca el alma con agua pura y todo nace de nuevo, incluso las ilusiones marchitas.

DaD. – 21 de septiembre de 2007





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Las Azaleas son mias, como la foto

Feliz Primavera

martes, 18 de septiembre de 2007

Han olvidado

Mirarse las manos y sentir,
que ya no sienten,
que han olvidado la suavidad de otra piel.

Morderse los labio y sentir,
que ya no sienten,
que han olvidado el dulce juego de una boca.

Reflejar en el espejo los ojos y sentir,
que ya no sienten,
que han olvidado el fulgor de otros ojos.

Abrasarse uno mismo y sentir,
que el cuerpo ya no siente,
que ha olvidado el calor de otro cuerpo.

D.A.D. 21:02hs. – 08/04/05

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Desenvolviendo ropas viejas creo q nada se lleva mejor con este día

sábado, 15 de septiembre de 2007

Espacio vacío

hay un deseo que pido siempre que pasa un tren
(Mi gin tonic - Andrés Calamaro)

En cada respiro hay menos ganas, en cada parpadeo el peso es más grande. Todo sabe a dolor y cala hasta los huesos, es el agua impura que ha tocado puerto.
Se visten las ninfas con ropa de invierno, ahora que las azaleas florecen y el sol pasa más tiempo dándole color al cielo. Misteriosamente no hay nubes, misteriosamente el silencio es la voz del que relata este cuento.Cada cuadro es igual al anterior, un álbum de figuritas repetidas, desde que en un tren partió la ultima musa.

DaD. – 14 de septiembre de 2007

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Amanecer

Huelo el aire fresco que trae un nuevo amanecer. Tras el reverdecer del campo asoma el sol, que limpia el cielo de su oscuridad original. No quedan estrellas y poco importa, si eligió ser fugaz en la noche del corazón fue su deseo el que se cumplió. Hoy amanece y es lindo ver a las nubes teñirse de naranja. Si bien no hay grillos alborotados, tengo el canto el zorzal y del jilguero. A la perdida de las luciérnagas le retruco con las margaritas que se abren a la luz y con el jazmín que perfuma húmedo de rocío. Y si bien podría seguir soñando, es mejor estar despierto para disfrutar de este momento en que sol, con timidez y desvelo, comienza a iluminar los rincones negros.

DaD. – 12 de septiembre de 2007



martes, 11 de septiembre de 2007

Flor verde

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El alma necesita compañía,
como mis manos acariciar tus mejillas.
El mundo se entiende mejor de a dos
por que la soledad le pesa al corazón.

Cuatro ojos ven más que un par
siempre acercan el horizonte al mar,
la paciencia pierde la calma
cuando alrededor no hay nada.

Se mide y se calcula, todo eso mata
a la flor que nace de la esperanza;
se enmudece el canto
y resurge álgido, el llanto.

Creo que dormiré otra vez,
es tan hermoso soñar contigo
que prefiero el encierro.
Vuelo, vuelo hasta alcanzar tu pecho;

en donde poco a poco, con nudos milimétricos,
construimos algo para soportar el viento,
me alimentare de la calidez de tu aliento
y cantare en tu oído cuando llegue el invierno.

Pero crece la mañana y en la almohada mi cabeza
todo da vueltas, me refrescaría tu belleza.
Empecemos algo, aprovechemos el sol
que tal vez mañana desaparezca la ilusión.

DaD – 26 de noviembre de 2006

sábado, 8 de septiembre de 2007

[He vuelto a caminar]

He vuelto a caminar el camino que una vez recorrí. He llegado hasta aquí pero no te encontré. No tan solo tu lejanía se nota, sino que la mía propia.
Aquel árbol de esperanza reluciente ha perdido sus frutos, el arroyo fresco, más lleno de pejerreyes que de truchas, tiene poco caudal y su orden invertido; recuerdo estos prados teñidos de verde, majestuosos como un cielo enteramente azul; un cielo que en este presente está espeso y cargado. Y las flores ¡Oh, aromas perfectos! Cuantos juegos he jugado en este parque, cuanta gloria ha lloviznado sobre mi cara. El sol era tibio todas las mañanas mientras por la ventana entraba el olor del pan cocinándose. El viento traía las palabras que necesitaba, todo lo demás no importaba.
Pero ya no soy aquel muchacho de mejillas rosadas y una sonrisa para cada respuesta. He plantado mi propio árbol, cultivado mis propias flores; cerca de otro arroyo, en otro campo verde. El cuerpo me pidió hacerlo, el cuerpo y mi instinto, sabio y perverso.
Allí conocí a las ninfas. Junto a ellas aprendí que un cuerpo desnudo es mucho más que dos bustos y una entrepierna. Es pasión, pasión afiebrada, desgarradora y jugosa como una manzana.
También descubrí que mi mente, intranquila y sorda, puede llegar más lejos que el mismísimo cielo. Místico, mágico e intoxicante acceso a otro mundo de tranquilidad. La calma irreal también es placer. Sabroso y perfumado.
¡Heme aquí! a la vera de un río por la mitad, sintiéndome exactamente igual que él; con un sol que solo sabe de temperaturas altas, esperando a ver si el viento sigue siendo el mismo y trae a mis oídos las palabras que perdí.

DaD. – febrero de 2007

jueves, 6 de septiembre de 2007

Soneto a la mujer amada

A ver si me reinterpreto..
Échale... fue una declaración de amor, allá por 2003, y este que aquí traigo fue otra, pero este año. Lo comento solo como comparación de los tiempos, y para ver si hay alguna evolución poética o no. El resultado de aquella está esta en el post anterior “Sin poder…” y el de este puede leerse en: Fuga, Fuga II, y otros tantos que hay por aquí.
Este como bien dice el titulo es un soneto, aunque desmedido, pero soneto.
Gracias a las dos personas que se animaron a decir que no entendieron la intro anterior y también a quienes recordaban el poema (y las circunstancias del mismo)

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Soneto a la mujer amada

Me gusta verte al mirar la luna,
por que tu rostro embellece como el de ninguna.
Tu le sonríes y ella se inunda
de celosos cristales que se reflejan en la laguna.

Tienes el alba que Dios imaginó
para el sol en una tibia mañana de verano.
Eres el viento que Eos sopló
en la cumbre de un monte elevado

Construiré con papel un bote a vela
para navegar el brumoso mar de tu cabellera,
cruzar el océano de tus labios canela

y anclar donde tus sentidos forman la costanera.
Atravesaré el suave movimiento de tu pollera
y llegaremos, amor mío, a la locura eterna.

DaD. – 27 de Abril de 2007

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Eos, la diosa de la aurora, era madre de los Anemoi según el poeta griego Hesíodo. (Anemoi: eran dioses del viento en la mitología griega)

martes, 4 de septiembre de 2007

Sin poder dormir

échale la culpa a tus ojos, tuvo su historia que culminó en el poema que aquí subo, en esta especie de remake. Lo traigo para contrastar tiempos, ya que dentro de dos días subire otro de este año. Para mi son de los más lindo que he escrito. Ambos han tenido su momento de construcción, su corazón empeñado. En el caso de "sin poder dormir" hay dolor, que en su tiempo fue grande y también hay una gran historia detras... que tiene que ver con alguien que se hizo monja... (obvio, una mujer)

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Sin poder dormir

El hombre es mito,
religión y tormento.
Tus besos fueron ilusión,
sueño y desierto.

No tenerte a mi lado
es amanecer desvelado
Las penas y el llanto
son mi alimento diario.

Como la Luna,
paso las noches despierto.
Como un cuento incompleto,
siento que perdí mi futuro.

Cuando sube la marea de la noche
remueve la estaca del recuerdo
y el dolor que siento dentro
espanta a mis sueños.

El recuerdo es tu sonrisa,
el dolor es tu partida.
Lo que sangra es mi alma,
lo que ríe es mi desgracia.

D.A.D. - 12/12/03


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hay una nueva canción....

sábado, 1 de septiembre de 2007

Hoja en blanco de un nuevo cuaderno

Hoja en blanco de un nuevo cuaderno
en tus renglones está la pureza y lo perfecto.
Aunque vacía de sueños, vacía de anhelos;
Esperas las huellas que el viajero

trae en su valija. Virgen de toda tinta
aguardas la elegancia de un artista.
Nube que en el cielo flotas con ilusión,
tal vez algún día llores un desamor.

Te imagino sonriendo,
hoja en blanco de un nuevo cuaderno,
cuando en ti caigan los versos

de delicadas rimas, de esplendorosos besos.
Hoja en blanco de un nuevo cuaderno
busco en ti la inspiración que no encuentro.

DaD. – 29 de agosto de 2007