28 de Enero – De carteles
Dice la televisión que la sensación térmica es de 38 grados. Seamos realistas, si estuviese en Tigre no pongo un pie fuera de casa ni de casualidad. Agarramos por Francia para demostrar que mi viejo, durante su primer semana de visitas nocturnas, estuvo caminando unas 14 cuadras “al vicio” en sus viajes a pie desde la estación Florida. No llegamos a 500 metros de esquina Caseros que nos topamos con Cetrángolo.
Estación amplia, de madera, no tiene un gran atractivo. El cartel que la anuncia conserva el bordo del primer color que trajo TBA. La barrera está baja, repica la campana hace dos minutos, se encolumnan los colectivos y me quedo a esperar en el cruce a que pase el tren.
Más allá del recorrido el paseo tuvo su momento de esplendor en el recorrido con una pintada en la calla gala. “LOS CHURREROS DE FLORIDA” con tan buen título ¿Qué más podría narrar? Pues bien, la calle nos llena de alegrías y sobre todo carteles.
Retomando por San Martín para luego volver, pasamos por una verdulería. Sobre la vereda, apoyado contra las cortinas el típico pizarrón de ofertas. Sin embargo y más allá de las berenjenas, esta pizarra tenía un ofrecimiento especial. No crea usted que hablo del precio, tres pesos el kilo de papa, no es un “ofertón”, acá lo realmente importante es el estado del producto: “PAPA $3KG (NUEVA)”. Lo cual nos lleva a una lectura rápida y precisa para alertar el futuro: si no está indicado en el cartel definitivamente el tubérculo que le ofrecen señora viene ya de largo viaje, mejor desista y compre en otro lado.
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